La Independencia y Revolucion Mexicana en el estado de Morelos

TODOS SEAN BIENVENIDOS A ESTE BLOG EN DONDE ENCONTRARAN LA HISTORIA DE NUESTRO ESTADO DE MORELOS EN LA CUAL TUVO LUGAR EN NUESTROS DOS GRANDES PELEAS POR NUESTRA SOBERANIA Y LIBERTAD DE NUESTRO PAIS:


"LA INDEPENDENCIA DE MEXICO" Y "LA REVOLUCION MEXICANA"

lunes, 15 de noviembre de 2010

La independencia en el Estado de Morelos

Pese a la perdida lamentable de Hidalgo, el movimiento de independencia continúo bajo la influyente figura de José María y Morelos, quien había nacido en Valladolid hoy Morelia el 30 de septiembre de 1765. De  familia modesta y se sabe poco de su infancia. Ingreso al colegio de San Nicolás a los 30 años de edad, en donde conoció al que posteriormente se llamarías padre de la patria. Como sacerdotes en varias comunidades de Michoacán. En Necùpetaro  se entero de la lucha insurgente encabezada por Hidalgo. Acudió a su encuentro en Indaparapeo para sumarse a la causa y el cura de Dolores le dio la encomienda insurreccional él y tomar Acapulco. Surgía, en esos momentos, estratega inteligente que, una vez desaparecido Hidalgo, se convirtió en el Adalid de la independencia (estatua de José maría y Juancho) fig3 (carpeta independencia en Morelos)
La estatua de Jose Maria y Morelos, colocada a la entrada de Cuautla, una manera de recorda su heroismo.
En su calidad de comisionado especial para avivar la insurrección por estas regiones del sur del país, Morelos contó con valiosos servicios de Hermenegildo Galeana y Leonardo Bravo. Desde Jantetelco recibió la adhesión de Mariano Matamoros y, más hacia el sur, de Juan de Álvarez.
Hubo otros partidos suyos, nacidos o radicados en nuestro estado, que también se distinguieron. Ese fue el caso de Francisco Ayala, capitán de la Acordada, que era una especie de policía rural. Su resistencia a formar parte del ejercito realista le provoco grandes desgracias familiares., pues los españoles incendiaron su casa, en la comunidad antigua Mazatlán, hoy llamada Ciudad Ayala en su honor. Esto indujo a unirse a José María Morelos y participar en la defensa de Cuautla cuando el ejercito realista la sitio. Más tarde comisionado por Morelos  para recorrer algunas pueblos en busca de alimentos y armas, Francisco Ayala fue aprehendido en al hacienda de Temilpa  y fusilados con sus hijos en Yautepec.
Valerio Trujano, otro guerrillero insurgente participo en el movimiento con los hombres reclutados en pueblos como Anenecuilco, Jantetelco y Cuautla. Víctor Gonzales y Samuel de los Santos hicieron lo mismo en Tepoztlán; Juan Antonio Tlaxcoapan, regidor indígena de Jojutla, también se sumo a las filas de Morelos. En 1813 fue pasado por las armas a manos de las fuerzas realistas  asentada en Tlaquiltenango, con el pretexto de su humilde vivienda se había Vicente Guerrero y Nicolás Bravo. La mayoría de esos hombres estuvieron presente en uno de los hechos de históricos que le dieron mayor celebridad a José María Morelos por sus dotes militares: el sitio de Cuautla.
Fueron varias las campañas emprendidas por Morelos. En los primeros días de noviembre de 1811 en que se inicio su segunda campaña militar, tomo la población de Tlapa, Guerrero; después Oaxaca y enseguida Chiautla, Puebla. Ahí dividió su ejército en tres: una al mando de Don Miguel Bravo, otro comando por Hermenegildo Galeana y el tercero por el mismo. Bravo se marcho a Oaxaca, Galeana a Tepecoacuilco, Guerrero, y Morelos a Izucar, Puebla, en donde se unió Mariano Matamoros con los pobladores de Jantetelco. Morelos era cura interino y como se sospechaba de su inclinación por la revolución, los realistas intentaron aprehenderlo, pero Don Mariano se les adelanto y dejo el curato para unirse a los insurgentes.
Monumento a Mariano Matamoros, en Jatetelco
Después, Morelos se marcho a Cuautla, en donde entro en 25 de diciembre. Tres días más tarde salió para Taxco, dejando en Cuautla a Don Leonardo Bravo con el encargo de fortificar la ciudad, levantar gente  y acopiar armas.
A finales de enero de 1812, los ejecitos de Morelos, Bravo y Galeana derrotaron a Tenancingo, Estado de México, al ejército realista. Triunfante Morelos volvió al sur, Tomo Cuernavaca y llego a Cuautla el 9 de febrero. Ahí se fortifico para esperar el ataque del general Félix María Calleja.
Morelos esperaba derrotar al jefe realista para tomar la ciudad de Puebla con menos presión y, finalmente la ciudad de México. Cuautla resultaba favorable para este enfrentamiento. Además ser extremadamente caluroso para la resistencia física del ejército español, su ubicación en un valle, que en aquel tiempo tenía un amplio dominio visual, era sumamente ventajosa para la defensa. Estaba rodeado de cañaverales, platanares y arboles pegados a los edificios; varios de ellos como los conventos de San Diego y Santo Domingo, así como la haciendo de Buena Vista, resultaban buenas fortificaciones. Además tenían suficiente agua.
El ejército que Morelos reunió era de unos de 5000 y 6000 hombres. La mayoría era gente de tierra caliente; costeños, mulatos y negros, así como nativos de la región, muy resistentes a ese tipo de clima.
Por su parte, el feje del ejército español, Félix María Calleja, confiaba en obtener una victoria fácil y contundente. Las instrucciones que llevaba eran actuar con la mayor rapidez posible y así lo intento, desde la mañana del 19 de febrero de 1812. Seguro del triunfo Calleja viajo en carreta detrás de sus columnas de soldados, pues no creyó necesario montar a caballo y ponerse al frente para encabezar la batalla.
Los hombre de calleja realizaron tres violentos asaltos  a la ciudad durante es día; no obstante los resultados fueron infructuosos debido  al valiente y decidida resistencia de los insurgentes. Entonces Calleja incrédulo ante los inesperados acontecimientos, ordeno a su ejército replegarse. Se había dado cuenta de que la victoria militar ofrecia grandes dificultades.
Al no poder tomas Cuautla, calleja la sitio, los que  he prolongo durante 72 días: del 19 de febrero al 2 de mayo d e1812. El propósito era portarles el agua y no pasarles alimentos a las tropas insurgente, de manera que ele hambre y la sed terminara por debilitar su ferreavoluntad. No contaba con las heroicas acciones de los insurgentes  y, sobretodo, con la destacada participación e la gente de la región.
Cuando Félix María Calleja dio comienzo al asedio sobre Cuautla un regimentó dl ejercito realista, después de oradar casas y saltar cercas, llega una trinchera que había abandonado las tropas de Morelos. Desde allí narciso Mendoza, un muchacho e 13 o 14, años, se dice que andaba busca de su madre que estaba herida, vio que las tropas d España llegaban por la calles principales d Cuautla  si que nadien los opusieran, resistencia. Sin pensarlo, tomo el porta fuego encendió la mecha y disparo. El cañonazo causa  estragos en la columna de rival al tiempo en que, por el estruendo producido y los gritos de Narciso Mendoza acudieron el capitán José María Aguayo y otros hombres para recupera el control de esa trinchera. La hazaña del "niño artillero" llego a oídos de Morelos, quien lo felicito por su valentía.
Este episodio fue reconocido por la gente y su relato histórico es el relato los heroísmos de los niños, jóvenes, hombre y mujeres de esa ciudad, así como otras comunidades quienes también acudieron  atender la causa por la cual luchaban. Es necesario destacar que, además de los soldados muchos lugareños participaron en los grandes combates. Levantando barricadas, auxiliando a los heridos y llevandole recursos necesarios para la batalla de los insurgentes. La huella de esos gloriosos acontecimientos todavía está presente no madamas en Cuautla  si no es todo el estado de Morelos quienes estamos orgullosos de esos capítulos que hicieron nacer nuestra independencia.
El sitio de Cuautla fue uno de  los sucesos más sobresaliente en la lucha de los mexicanos para lograr la independencia. Las fuerzas insurgentes mostraron su arrojo y fidelidad a una causa que se había justa.
Demostró también la incompetencia del ejército el comando de Félix María calleja, suprior en número de soldados y armamento.
El ejercito de Morelos en cambio, aunque menos numeroso y pero armado ante la sorpresa del gobierno virreinal apto con valor y tenacidad.
 Romper el sitio y abandonar a Cuautla costo muchas vidas a los insurgentes.
La ciudad fu incendiada por el ejército realista y los habitantes fueron desalojados de sus viviendas. Se llevaron consigo alguna cosa que podrían servir para el súperamente armado y resistencia en comando  de los recursos necesario para así tener una buena resistencia. Unos se refugiaron en la cercana hacienda de san Inés aunque algunos de ellos se dispersaron algunos pueblos y ranchos vecinos, incluso, se trasladaron lugares escondidos o barrancas, temerosos de que alguna partida de soldados realistas les llevase a aprenderlos.
Militarmente fue para calleja, pero la fama y gloria fue para Morelos y los insurgentes, por su firme  y prolongada resistencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario